¿Cuántas páginas ha de tener? Una novela debería de tener al menos unas 150 páginas. Es lo que se estima que debe haber para poder desarrollar correctamente un principio, un nudo y un desenlace. Lo habitual es que las novelas ronden de 250 a 350 páginas, por debajo de la cifra menor se considerará una novela corta ( y ésto no suele ser bien visto por el lector que preferirá gastarse el mismo dinero en algo que le de más tiempo de lectura), y por encima de la cifra mayor se considera denso, es decir, difícil de leer si no es muy , muy buena. En el término medio está la virtud.
¿Cuántos capítulos? Los que quieras y necesites para explicar tu historia pero te apunto que ningún capítulo debería tener menos de cinco o seis páginas, tampoco deberían tener más de quince. Hay que darle un respiro al lector. ¿Nunca escuchaste o estuviste tu mismo en esa situación de «un capítulo más y apago la luz»? Si el capítulo es muy largo la apagará antes de seguir leyendo.
¿Debo ponerle también título a los capítulos? Se ve bien considerado aunque no es necesario, con que vayan numerados es suficiente, pero si te inspira hacerlo demostrarás una mayor creatividad, además de dar pistas de su contenido a cualquier persona que mire tu manuscrito.
¿Debería añadir alguna cita al principio de cada capítulo? No a no ser que seas un autor ya conocido. A un editor le interesa el contenido de tu novela y lo tomará como un alarde de conocimientos.
¿Cómo debe empezar un capítulo? Se recomienda hacerlo siempre de manera activa, sin embargo, hay excepciones, si tu capítulo anterior terminó de una forma muy intensa puedes empezar suavemente e ir tomando la acción poco a poco, este truco sirve para relajar al lector en la lectura.
¿Es necesario que la acción continúe capítulo tras capítulo? No, puedes dar saltos, puedes irte a tramas secundarias pero necesarias para que la historia avance, puedes comenzar por un diálogo.
¿Cómo debe terminar un capítulo? Debería siempre terminar por un hecho impactante, no necesariamente violento, puede ser una decisión, un portazo, una frase que coloca a alguien en su sitio, un giro en la historia…de lo que se trata es que el lector sienta ganas de saber más.
¿Cuándo usar prólogo? Cuando estimes que tu novela empezó sin demasiada acción puedes usar este recurso montando un prólogo que incite a saber más, pero debes tener mucho cuidado con que no desvele, solo intrigue. A menudo los prólogos se hacen una vez terminada la novela para darle al conflicto que desarrollamos más misterio.
¿Cuándo usar un epílogo? Cuando intuyas que debes dar una visión a largo plazo de lo que ocurrió con tus protagonistas. No se recomienda si tienes en mente una saga.
Por último, las notas de autor para explicar cómo hiciste la novela solo se añaden cuando ya eres un autor seguido, aunque es una opción válida y un editor no lo vería mal es un dato que no interesa demasiado.
Buen día de escritura a todos y feliz miércoles.