Etimología de cojones y coño.

Mis queridos amigos

¿Cuántas veces en su vida han estado ustedes hasta los cojones de que sus hijas, esposas, novias o hermanas se toquen el coño a dos manos sin hacer nada?

Claro que también es posible que, sufridas mujeres, estén ustedes hasta el mismísimo coño de ver como sus maridos, novios, hijos, hermanos se toquen los cojones (ignoro si a dos manos, cuando digo que ignoro quiero decir que no tengo la certeza  aunque sospecho que se puede hacer a dos manos, no obstante, lo habitual es a una por lo que he observado en el entorno familiar).

No nos quedaremos en la parte graciosa de los derivados como papo, huevos, chirri, pelotas, chocho o incluso algunos subrealistas como happily powers (felizmente poderosos) para referirse a los testículos, pero sí vamos a enterarnos de una vez por todas de donde proceden tan insignes palabras por lo menos para compensar la ordinariez con el conocimiento ( y para que ustedes le den en la cara al que se atreva a corregirles en un momento de ira donde una palabra malsonante desfoga, no nos engañemos).

Vayamos a los cojones ( señoras, no lo tomen en un sentido literal) :

Cojones procede de la palabra latina coleonem que a su vez es la unión de coleo (bolsa) y el pronombre nem (los nuestros) , es decir, una bolsa para los nuestros. A mi siempre me hizo gracia esta original frase  porque se parece a otras de tipo reivindicativo como » un voto para los nuestros» «una ayuda para los nuestros» . O sea, ya desde que el mundo es mundo los hombres elevaban sus cojones a una categoría digna de competir con los derechos universales.

Parece ser que hace ya muchos años aquellas dos bolitas colgantes los molestaban con su impertinente vaivén impidiéndoles hacer sus tareas con comodidad hasta que un día un espabilado, que no comprendo como su nombre no pasó a la historia, se le ocurrió colocarse en los miembros la piel de un animal para recogérselos. El hombre contaba orgulloso como había dejado de sentir la tortura diaria de pequeños golpecitos que le provocaban gran dolor mientras ejecutaba sus quehaceres. La idea cundió tanto que toda la comunidad masculina empezó a usarlos ( e aquí el nacimiento del calzoncillo).

De manera que la palabra tiene un origen cultural, histórico y etimológico. Pueden usarla bien orgullosos (me refiero a la palabra, el uso que hagan ustedes de sus testículos ya es otro asunto que no nos concierne)

Y ahora vámonos al coño , etimológicamente hablando, insisto.

Coño procede del término latino cunnus (ahora ya saben de donde procede la palabra cunnilingus) que significa conejo. Lo leyeron bien, repito, conejo. Si alguna vez se preguntaron ustedes de donde sacaba su abuela el palabrejo para designar sus partes mientras aprendían las normas básicas de la higiene femenina , sabiduría contenida en la gloriosa frase » lávate el conejo y los dientes» que tanto nos horrorizaba, denle a sus abuelas y yayas el merecido valor, ellas eran etimológicamente correctas, sabias por intuición innata sin haber pisado una universidad en su vida ( ni falta que les hacía).

Pero veamos su historia.

Los romanos encontraban una semejanza entre el genital femenino y los conejos. No me pidan más explicaciones porque no las hay. Un listo lo dijo un día y a los otros les hizo gracia y de esa gracieta llegamos aquí. Ya sé que se lo están mirando preguntándose en que se parece un conejo a lo suyo. Créanme que cuando yo me enteré de esto, y me enteré en una clase universitaria, quiero que lo sepan, me persiguió durante días la imagen de un conejo moviendo el hocico de una lado a otro nerviosamente, incluso una noche soñé que Bugs Bunni me decía » Éso es todo, amigos».

Las romanas se depilaban, de hecho, había personas que ya en aquel entonces se dedicaban exclusivamente a esta actividad estética, sin embargo, hubo un periodo en que se puso de moda dejar crecer el vello genital para probar diversos adornos estéticos como aplicar henna para aclararlo o recortarlo solo en determinadas zonas, se conoce que este señor que hizo la semejanza entre el conejo y el coño gustó mucho de la moda que se impuso.

Y como último apunte, ya habrán deducido que la palabra cunnilingus procede también de esta época  y se basa en la unión de las palabras conejo y lengua, dense cuenta que las romanas supieron gozar mejor la vida que las mujeres de los siglos siguientes.

Y bueno, nada más por hoy.

Espero que hayan disfrutado de la entrada y que, a partir de ahora , cada vez que usen un cojones o un coño para expresar su estado de ánimo recuerden que están haciendo uso de la etimología latina.

Les deseo feliz día.

 

 

 

 

 

8 comentarios en “Etimología de cojones y coño.

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